Histaminosis alimentaria: caso real de un paciente
La histaminosis es una enfermedad de «nueva aparición», cuyas causas aún no están muy claras y que puede afectar en mayor o menor medida a un 25% de la población mundial en algún momento de su vida.
El problema, o la complejidad, reside en que todavía no hay un diagnóstico unificado por parte de la comunidad médica, incluso muchos profesionales del sector siguen pensando que no existe.
Esto supone un gran inconveniente para nosotros, los pacientes, que en la mayoría de los casos deambulamos de un médico a otro, entre pruebas y más pruebas, para terminar escuchando: «todo está bien, lo que necesitas es ayuda psicológica».
Por lo menos ese fue mi caso, y el de muchas otras personas con las que he tenido la ocasión de hablar.
A día de escribir este artículo, estoy diagnosticado de HANA (histaminosis alimentaria no alérgica). Todo empezó por el año 2008 cuando lo primero que me diagnosticaron fue colon irritable.
Índice del contenido
Primeros síntomas
En mi caso, los síntomas fueron apareciendo poco a poco.
Al principio eran una pequeña molestia, pero luego se volverían incapacitantes.
Empecé con gases, distensión y dolor abdominal, además tenía problema con las digestiones de alimentos, que algunas veces me daban diarrea. Luego fueron apareciendo mareos y dolores de cabeza, me ocurrían muy de vez en cuando, pero no podía levantarme de la cama.
De esta manera empecé el carrusel de médicos y visitas al hospital. Acudí a consulta de digestivos, neurólogos, cardiólogos, dermatólogos, nutricionistas, psicólogos, psiquiatras, oculistas, traumatólogos…
Me hice un sin fin de pruebas: colonoscopia, gastroescopias, resonancias, tránsito intestinal, radiografías, test de alimentos, prueba de la lactosa, test de alergias, espirometrías…..
Sin embargo, acabé peor de lo que empecé y siempre obtuve la misma respuesta:
Todo esta bien, necesitas tranquilazarte, vé al psicólogo o al psiquiatra para que te ayude, lo que tienes es colón irritable.
Durante ese tiempo, fueron aparecieron nuevas dolencias físicas: tenía los músculos de la espalda siempre con contracturas, un dolor constante en la zona lumbar y cada vez más problemas con la alimentación. Sentía un ardor y quemazón en la barriga cada vez que comía, así que dejé de comer muchísimas cosas, me quedé en los huesos, literal.
Sin embargo, ningún especialista me decía que le estaba ocurriendo a mi cuerpo, así que empecé a desarrollar ansiedad y estrés.
De esta manera, en pocas palabras, mi vida se fue a la mierda.
Tener la histamina alta puede producir una gran variedad de síntomas distintos. La histamina se encuentra repartida por todo nuestro cuerpo.
La situación se hizo insostenible y en 2014 tuve que dejar de trabajar, me quedé en casa llorando todos los días, cada vez peor y sin saber que me estaba pasando. Pero sobre todo, lo que más me dolía era la falta de comprensión de algunos familiares y amigos, pensaban que me había vuelto loco.
Hasta que un día, mientras buscaba información por internet, encontré un foro sobre colón irritable. Allí pude ver que había más gente que tenía dolores y problemas parecidos a los míos.
Esa fue la primera piedra para mi recuperación. Ya no era yo solo, otras personas también tenían mis síntomas.
La segunda piedra en mi recuperación fue conocer las clínicas Histal de Sevilla. Allí fue donde por primera vez me dieron un nombre: «Tu diagnostico es muy claro, tienes histaminosis» me dijeron.
¿Qué es la histaminosis?
La histaminosis es un exceso de histamina en tu cuerpo. Este exceso de histamina puede deberse a muchos factores, muchos de los cuales aún se desconocen.
En el caso de la Histaminosis Alimentaria, podemos distinguir entre cuatro tipo de enfermedades:
Estos cuatro tipos de histaminosis giran en torno a la misma sustancia química, la histamina. Esta molécula es el centro de todo. Conocer a fondo qué es y cómo actúa, es fundamental para poder tratar este tipo de enfermedades.
Aquí puedes leer un artículo que publicamos sobre La histamina.
De los 4 tipos de enfermedades por histaminosis alimentaria, dos ellos están reconocidos por la comunidad médica y se conocen bastante bien las causas de por que se producen y cómo tratarlos.
Así la histaminosis tóxica o escombroidosis se produce por tomar alimentos (principalmente pescado azul) que no han estado conservados adecuadamente y nos producen una intoxicación, al encontrarse en niveles más alto de lo normal la histamina y otras sustancias químicas.
Mientras que las alergias alimentarias se producen cuando nuestro cuerpo reacciona de manera negativa ante cierto tipos de alimentos, que en principio deberían ser inocuos. La respuesta suele ser inmediata y se mide, principalmente, por la cantidad de protéinas IgE (anticuerpos) que nuestro sistema inmune produce.
En cambio, tanto la histaminosis enteral, como HANA, son enfermedades, por llamarlo de alguna forma, de nueva aparación. Con esto quiero decir que todavía están en fase de estudio y no existe, aún, ningún consenso claro por parte de la comunidad médica.
Hay tanta confusión y falta de información oficial respecto a estas dos enfermedades, que la mayoría de los enfermos no llegamos a comprender bien que nos ocurre.
De manera resumida, podemos decir que la histamininosis enteral o deficit de la dao, se produce porque tu cuerpo no es capaz de metabolizar la histamina normal que contienen los alimentos.
Por alguna razón, la principal enzima que se encarga de descomponer la histamina que nos llega de los alimentos, la enzima DAO, es insuficiente o no trabaja correctamente.
Por otra parte, HANA es un poco más compleja. En este caso la liberación de histamina se produce por nuestro propio sistema inmune. Se libera histamina endógena.
Por razones que se desconocen, nuestro intestino se ha deteriorado y nuestro sistema inmune intestinal se vuelve un poco «loco» y comienza a reaccionar de manera desmesurada ante ciertos agentes externos. De esta manera son los mastocitos los que liberan la histamina.
En Histaminosis Alimentaria vamos a centrarnos en estas dos últimas enfermedades: HANA y deficit de la DAO ya que existe un vacío de información y la personas que las padecemos lo pasamos mal, llegando, en los casos más severos, a sentirnos desesperados e incomprendidos.
La alimentación como principal tratamiento
Bien tengas, como yo, HANA o déficit de la dao, la alimentación va a ser nuestra mejor arma para combatir estas enfermedades. Aunque como veras más adelante, no es la única.
Como te iba contando, mi confianza en los médicos estaba por los suelos. Sin embargo, al entrar en la consulta y contarle lo que me pasaba, el doctor me dio un diagnostico rápido.
Me dijo que lo que me ocurría era normal, que se llamaba Histaminosis Alimentaria no Alérgica o HANA. Que tenían a muchos otros pacientes con mis mismos síntomas.
¡Por fin tenía un nombre!. Fue la primera vez en muchos años que un médico me escuchaba y me comprendía. Me explicó que era eso de HANA, me exploró y me mandó al laboratorio a hacerme unos análisis de alimentos.
Los resultados del laboratorio salieron mal. Esto supuso un shock y un alivio al mismo tiempo. Una sensación de paz, al descubrir que era lo que me estaba pasando y de ansiedad al mismo tiempo, al ver que no podía comer casi de nada: huevo, lácteos, soja, aves, arroz, pescado blanco, pescado azul…
Por aquel entonces, era septiembre de 2016. Ocho años después de haber empezado con los primeros síntomas, llegaba la hora de empezar con mi recuperación.
Nota: Aquí tengo que agradecer la ayuda de mi médico el Dr. Mesa. Ha sido el único especialista que siempre ha estado ahí, respondiendo al bombardeo de preguntas que le hacía durante la consulta, respondiendo mis emails y llamándome personalmente cuando tenía alguna duda que no conseguía aclarar.
Me retiraron todos los alimentos que me habían salido positivos y me mandaron a la nutricionista para que me diera una dieta personalizada.
Sin embargo, mientras que con el dr. Mesa me fue muy bien, con la nutricionista no ocurrió lo mismo.
Las pautas de reintroducción no eran las correctas. Perdía y ganaba alimentos cada vez que me hacía las pruebas, lo que supuso un freno a mi recuperación.
Así que dejé a la nutricionista y empecé a seguir mi propia dieta, a utilizar nuevos ingredientes, a tener una dieta más variada y a cocinar.
En los últimos años he cocinado muchísimo hasta el punto de elaborar mis propias recetas. Y a día de hoy puedo decir que éste es mi principal tratamiento: Cuidar mi alimentación .
En la sección alimentación, explicamos cómo se forma la histamina en los alimentos.«Alimentos con histamina».
El proceso de recuperación está siendo largo, difícil y a veces desesperante. El estrés, la complejidad de esta enfermedad y el desconocimiento que aún existe sobre ella, no me han ayudado mucho.
No obstante, ha merecido la pena. A día de escribir este artículo (febrero de 2020), me encuentro mucho mejor. Estoy más feliz, con menos estrés. Puedo comer casi de todo. Es como si mi cuerpo se hubiera regenerado.
Por otra parte es bueno que sepas, que no todas las recuperaciones son tar largas como la mía. Lo importante es tener un diagnóstico rápido, cosa que yo no tuve. Conozco gente que ha mejorado en un periodo de tiempo mucho más corto, desde los tres meses hasta los dos años.
Tanto si tienes HANA como defict de DAO, es fundamental encontrar a un buen especialista que conozca la histaminosis y que te preste atención. Todavía se desconoce mucho sobre estas enfermedades, por lo que la comprensión, paciencia y empatía del profesional médico con el paciente es realmente importarte.
Por último, debes tener en cuenta que existen otros factores, aparte de los alimentos, que aumentan tu nivel de histamina.
¿Que otros factores liberan histamina?
Además de la alimentación, existen otros factores que pueden liberar histamina por ellos mismos. Esto implica que seguir una dieta estricta, evitando alimentos que te sienten mal, puede no ser suficiente.
Ten en cuenta que la histaminosis es una hipersensibilidad de nuestro cuerpo, que reaccciona de manera desmesurada frente a ciertos agentes externos o internos.
Para comprender esto mejor, vamos a suponer que tenemos un cubo que representa la cantidad máxima de histamina que puede tolerar nuestro cuerpo.
Este cubo se va a ir llenando con los distintos factores que aumentan nuestro nivel de histamina. De manera que una vez el cubo este lleno, la histamina comenzaría a rebosar, produciéndonos graves síntomas.
No obstante, conviene tener presente que cada factor afecta a cada persona de una manera distinta, dependiendo de su genética, sus circunstancias personales y el entorno en el que viva.
Así, cualquier alergia ambiental que sufras o de reacción frente a cualquier sustancia química, aumenta la cantidad de histamina que produce tu cuerpo. Además, el contacto puede producirse tanto por la ingesta, por vías aereas o como por la piel.
En mi caso, por ejemplo, si el ambiente está muy seco, hay mucho polvo o hay pólenes de ciertas plantas, se me dispara la histamina. También si entro en contacto con yeso, masilla, pintura y este tipo de cosas para reparaciones domésticas.
Otro factor a tener en cuenta es el estrés. Y aquí la cosa es aún más compleja. Porque un exceso de histamina produce estrés y el estrés aumenta la histamina. La pescadilla que se muerde la cola, vamos.
Otro aspecto importante son los medicamentos. Existen ciertos medicamentos que bien pueden inhibir o bloquear, por ellos mismos, la acción de la enzima DAO. Por ejemplo, analgésicos, antibióticos o mucolíticos entre otros.
Por otra parte, las bacterias que viven en nuestros intestinos también pueden liberar histamina.
Según que tipo de bacterias colonicen tus intestinos, algunas podrían bloquear la actividad de la enzima DAO y otras podrían estar transformando la histidina en histamina o produciendo otras aminas biógenas que compiten con ella en su degradación.
Por último, la sobre exposición al sol, los cambios bruscos de temperatura, el calor o el deporte de alta intensidad, son otros factores a tener en cuenta.
Algunos médicos especialistas piensan que la histamina puede ser un indicador de cómo se adapta una persona al entorno que le rodea.
Conclusiones
Vamos a intentar sintetizar el artículo en unos pocos puntos, para que te quedes con lo más importante.
1. Cada vez hay más gente con problemas de alimentación. Muchas de ellas están mal diagnosticadas. Tanto HANA como déficit de la DAO son enfermedades no reconocidas por la sanidad pública.
2. Es fundamental encontrar a un especialista que te dedique atención y tiempo de calidad. Los pacientes solemos llegar tan desesperados a la consulta médica que necesitamos empatía y comprensión.
3. La alimentación es el tratamiento principal para superar la histaminosis. Aunque no es el único factor que aumenta nuestro nivel de histamina. (Por ejemplo, a mí el estrés me sienta muy muy mal).
3. ¡Ojo con los medicamentos que tomamos! sobre todo si es continuado en el tiempo, ya que podrían por un lado, dañar nuestros intestinos y por otro bloquear la acción de la DAO.
4. Hay un foro en facebook para gente con histaminosis. Te dejo el enlace por si es de tu interés.
5. Es importante mantener una microbiota sana. Las bacterias son fundamentales para nosotros, sin ellas no podríamos vivir. Sin embargo, nuestras propias bacterias podrían liberar histamina.
Por último, si tienes alguna duda, quieres añadir más información o ves algún error en la información que hemos publicado, puedes escribirnos un email e intentamos ayudarte.
Saludos